Silvia Reinoso sabe que salvó su vida de milagro. La docente viajaba junto a cuatro colegas en la camioneta Ford Ranger que ayer fue engullida por el agua en cuestión de minutos. "Si no salíamos, nos tapaba el agua y moríamos ahogados", reconoció con la voz quebrada en diálogo con LA GACETA.
La maestra enseña en la Escuela 295, en Alto El Puesto, localidad del departamento de Graneros. Durante la mañana de ayer fueron advertidos de que venía una creciente. "Llamamos a los padres para que vayan a buscar a los chicos. Había comenzado a llover pero aún no había creciente. Entonces salimos, recorrimos unos cuatro kilómetros y se nos vino toda el agua", comenzó su relato aún con la voz temblorosa.
Reinoso estaba a bordo de la camioneta del maestro jardinero Sergio Martínez junto a la directora Rosa Alonso, y las maestras "Ely" Ottino y Ester Salvatierra. "El vehículo se paró y el agua nos arrastraba; teníamos miedo de que de vuelta la camioneta porque era abundante. Decidimos salir cuando vimos que el agua tapaba el capot", agregó la docente de primer ciclo.
Con un tono nervioso, la maestra contó que el maestro jardinero fue quien las rescató de la correntada. "El agua corría por todos lados. Nuestro compañero nos sacó y nos llevó a uno arbolitos. La camioneta se había hundido de un costado. Yo tenía miedo, me negaba a bajar de la camioneta. Mi compañero me habló y me dijo que teníamos que salir. No sé de dónde me salió el coraje y lo seguí, me sacó de los brazos. Caímos en la orilla. Justo salimos", dijo emocionada la docente.
El rescate
Reinoso contó que luego de esperar horas en el lugar, a las 15 decidieron salir de donde estaban porque estaba aumentando el caudal. El maestro jardinero fue guió a sus compañeras: tomó un machete y unas cuerdas que sacó de la camioneta sacó a sus colegas por dentro de unas fincas. "Era la única forma de salir. Nos alzaba y nos hacía cruzar los alambrados. No sé de dónde sacó tantas fuerzas", dijo sorprendida. Y agregó que mientras avanzaban recodaban el momento en que dejaron la camioneta: "nos dábamos fuerza entre nosotras, por ahí llorábamos de ver que habíamos salido de ahí".
"Caminamos como cinco kilómetros, hasta un lugar llamado La Horqueta. Ahí recién encontramos a los rescatistas. Imagínese la alegría que fue verlos", contó. Al subir a las canoas, lejos de estar a salvo, contó que una de las embarcaciones volcó, aunque no pasó a mayores.
La educadora contó que estuvieron a salvo alrededor de las 20, cuando ya había oscurecido. Además, transmitió su angustia por no saber el estado en el que se encontrarían la escuela y las familias de la zona. "Los chicos siempre nos están esperando, por eso nuestra prioridad era sacar a los chicos. Ellos siempre van, ni las lluvia los para. La escuela es una gran contención para las familias", dijo. Indicó que a la institución concurren unos 50 alumnos, desde jardín de infantes hasta ciclo básico secundario. "Ojalá Dios y la Virgen quieran que sea la última vez que nos pase algo así", concluyó.